Reiden se quedaba cada vez mas sorprendido, ya sabia que antes de actuar hay que tener información.
Retrocedió varios pasaos hasta colocarse por detrás de la gente, su espalda toco una pared, después se movió hacia una esquina, donde tendría una vista total de la habitación y en aquel lugar, estaba detrás de todo el mundo, así no llamaba la atención.
Miro a todas las personas y las analizo mentalmente una por una, tal y como se había entrenado: para una situación extrema, le resultaba algo difícil a causa de un malestar general.
*Todos parecen confundidos, el viejo no quería revelar nada de información por el momento, ¿debería forzarlo a decirnos la información? ¡No! Cada cosa a su tiempo, un joven con indumentaria de escalada, seguro que su muerte esta relacionada con el deporte que practicaba, el presidiario, debería estar atento a lo que hace. Luego esta el trió calavera, los guarda espaldas y el mandamas, sin mencionar a los desnudos, esos últimos no son una amenaza, al menos no llevan ningún arma visible.*
- Oye tú, si paseas tu cosa cuando esté presente te la corto –
* Joder, siempre me gustaron las tías duras.*
Siguió analizando a las personas que había en la habitación, reuniendo información, y buscando estrategias que seguir en caso de conflicto, al menos tenia la espalda cubierta, y un rifle de asalto, cargado, y en las manos, todo parecía sonreirle si había un tiroteo.
El cigarro casi se había consumido, al darle la ultima calada, algo del humo le entro en el ojo, tras tirar la colilla, se froto enérgicamente el ojo, y en lo que dibia ser plena oscuridad, veía luz, algo, una pequeña rendija. Casi vomita al levantarse el parche, se puso pálido, los pelos de punta, y con un sudor frió recorriéndole la espalda, hasta ahora habría podido entender cualquier cosa, pero el hecho de recuperar un ojo por arte de magia, no entraba dentro de su mente racional. Se quito el parche, y se lo guardo, la visión con los dos ojos le resultaba algo extraña, pero no tardaría en volver a acostumbrarse, quiso comprobar si la cicatriz de su nariz seguía allí y al levantar el esparadrapo no había ninguna marca. Comenzó a recordar
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FLASHBACK
EL Pentágono, 15 de Noviembre de 2003
Avanzaba por el pasillo, no paraba de cruzarse gente que trabajaba allí, cuanto mas tiempo pasase mas posibilidades tendría de ser descubierto, continuo avanzando por el pasillo con la misma normalidad, llevaba el mismo traje y zapatos cutres que los demás, sin olvidar su tarjeta identificadora falsa claro esta, llegando al final del pasillo, paso la tarjeta, e introdujo el código, la luz verde y la apertura de la puerta tranquilizo en parte a Reiden, pudo entrar, y ahora tendría unos 6 minutos hasta que el ordenador descubra que la tarjeta es falsa.
Ahora se encontraba en una sala enorme, circular y con unos 30 metros de diámetro, había una mesa, redonda, y hueca por dentro, estaba en el pentágono, y se había colado en una conferencia ultra secreta, anduvo hacia la derecha, colocándose detrás de uno de los marshals dejo caer un micro del tamaño de un guisante al suelo, siguió andando, y entro por la primera puerta que vio, la sala vacía, todos estaban atentos a lo que había en las pantallas de afuera, Reiden introdujo otro micro en un cajón, y salio por la puerta, en la sala oyó algo de pruebas genéticas, y el proyecto "Ramses", no pudo oír mas, salio de la sala.
Se dirigió por el pasillo hacia el aparcamiento, todo estaba perfectamente calculado, en el momento de entrar al aparcamiento salto la alarma y las puertas se bloquearon, Reiden se dirigió al punto indicado en el plano, se subió al coche que le dejaron preparado, y acelero, subió hasta el ultimo piso, y desde allí pisando a fondo voló con el coche cuatro pisos hasta chocar contra el suelo, salio, y cojeando y con una herida en la cabeza se dirigió hacia la carretera, cuando alguien le llamo desde atrás.
- ¡REIDEN!
Esa voz le era familiar, se dio la vuelta, y vio lo que no quería ver, Valeria, su contacto, la chica que amaba le estaba apuntando con una pistola, sin tener tiempo a decir nada la chica disparo.
Mientras se desmayaba, todo encajo en su cabeza: Contactaron con el porque necesitaban a alguien de fuera, tarde o temprano localizarían al intruso, y si Valeria no podía entrar sin ser descubierta, mejor que entrara alguien de fuera, asi, tras escapar, Ella le liquidaría, y incluso se llevaría un ascenso por eliminar al intruso, por eso ella le sedujo, por eso le propuso un trato tan suculento: un millón por media hora de trabajo.
FIN DE FLASHBACK
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Recordó eso, recordó el haberse despertado en la camilla de la ambulancia cuando le llevaban al quirofano solo para gritar "¡Valeria!", recuerda el que le dijeron que había perdido el ojo, y de milagro había sobrevivido, solo y porque había tenido suerte.
A partir de entonces no volvió a saber nada de Valeria, lo que si que obtuvo fue el pago de cuatro millones y no un millón , verdaderamente le habían pagado bien por un simple ojo.
No iba a dejar que le sorprendiera nada, saco una de sus granadas de Frag, y se la puso en la mano, si alguien hacia algo raro, quitaría la anilla, y la dejaría caer en medio de la habitación, en cinco segundo todos moririan
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*Pensamientos*